TDA-H







1. ¿QUÉ ES EL TDAH?

Son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es un trastorno de carácter neurobiológico.

- Originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos.

- Crónico, sintomáticamente evolutivo y de probable transmisión genética que afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil, llegando incluso a la edad adulta en el 60% de los casos. 

- Afecta la capacidad para permanecer concentrado, el auto control y otras habilidades importantes para la vida diaria. Es causado por diferencias en la anatomía y las conexiones del cerebro y frecuentemente lo presentan miembros de una misma familia.

- Involucra un grupo de habilidades clave conocidas como la función ejecutiva. La función ejecutiva afecta la habilidad de enfocarse, de organizarse y de usar la memoria funcional y otras habilidades ejecutivas.

- Está caracterizado por una dificultad de mantener la atención voluntaria frente a actividades, tanto académicas como cotidianas y unido a la falta de control de impulsos. Se considera que es un trastorno heterogéneo con diferentes subtipos, resultado de las distintas combinaciones de los diversos factores de riesgo que actúan conjuntamente.

- El TDAH no es un trastorno de atención. Es una ceguera hacia el futuro, es una miopía para los eventos futuros, eres corto de vista en el tiempo, lo que significa que el niño y el adulto con TDAH van a esperar hasta que el futuro sea inminente, e intentarán afrontarlo. 

El TDAH crea una miopía hacia el tiempo, por lo que una persona con este trastorno no puede organizar el futuro lejano, sino, solamente, el futuro inminente. Y así, todo en la vida se convierte en una crisis que fue evitable y nadie tiene paciencia con esto porque lo ven como una falta moral. (Russell A. Barkley)

2. ¿CUÁLES SON LAS BASES NEUROPSICOLÓGICAS DEL TDA-H?



¿Cómo afecta el TDAH al cerebro?

REGIONES CEREBRALES

Varios estudios de neuroimagen cerebral han demostrado que hay varias regiones cerebrales afectadas en niños con TDAH.

Se han descrito alteraciones en:

- La corteza pre frontal: encargada de la función ejecutiva como planificar acciones, iniciarlas, darse cuenta de los errores y corregirlos, evitar distracciones por estímulos irrelevantes, ser flexible si las circunstancias cambian.


- El cuerpo calloso: sirve de comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, para asegurar un trabajo conjunto y complementario.


- Los ganglios basales: implicados en el control de los impulsos al coordinar o filtrar la información que llega de otras regiones del cerebro e inhibir las respuestas automáticas.

- El cíngulo anterior: se encarga de la gestión afectiva y del manejo de las emociones.


NEUROTRANSMISORES
Los neurotransmisores actúan como mensajeros químicos que sirven para que las neuronas se comuniquen entre ellas a través de unos receptores. De esta forma los impulsos neuronales se transmiten de una neurona a otra y de una región cerebral a otra.


Cómo funciona la neurotransmisión:

1. El impulso nervioso llega al extremo de la neurona pre sináptica.

2. Las vesículas con neurotransmisores se van desplazando hacia la membrana pre sináptica.

3. Las vesículas se fusionan con la membrana pre sináptica y los neurotransmisores se liberan en el espacio intersináptico.

4. Los neurotransmisores se unen a los receptores de la membrana pos sináptica.

5. Se transmite el impulso nervioso a la neurona post sináptica.
¿Cómo afecta el TDAH en la neurotransmisión?

Los estudios realizados indican que el TDAH produce problemas en los circuitos reguladores que comunican dos zonas cerebrales: 


Córtex pre frontal y ganglios basales. Estas áreas se comunican a través de la dopamina y la noradrenalina. Al tener una liberación deficitaria de estos neurotransmisores y un alto nivel de re captación de las mismas, se altera la neurotransmisión, afectando a la atención, el estado de alerta, la memoria de trabajo y el control ejecutivo.

La disminución del metabolismo sináptico de los neurotransmisores produce las siguientes consecuencias:

- Disminuye la atención.
- Disminuye la capacidad de iniciar y continuar actividades.
- Dificulta la memoria de trabajo (o memoria a corto plazo).
- Dificulta la neutralización de estímulos irrelevantes.
- Dificulta la capacidad para bloquear respuestas inadecuadas.
- Dificulta la planificación de actividades complejas.
- Dificulta la organización.
- Incrementa la actividad física.
- Incrementa la impulsividad.
3. ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS Y FACTORES QUE PRESENTAN LOS NIÑOS CON TDAH?


Se ha identificado que las causas del TDAH se deben a factores principalmente genéticos y ambientales (prenatales, peri natales, y pos natales).
Se consideran factores ambientales del TDAH (entre otros): los traumatismos craneoencefálicos en la infancia, las infecciones del sistema nervioso central, la prematuridad, la encefalopatía hipóxico-isquémica, el bajo peso al nacimiento o el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco en el embarazo.

El TDAH tiene una heredabilidad del 76% (es decir, que en una población media, el 76% de los factores vinculados con el TDAH están relacionados con los genes, y el resto a factores no genéticos).

Los estudios han demostrado que los familiares de personas con TDAH tienen un riesgo cinco veces mayor que las personas sin antecedentes familiares de TDAH.

COMORBILIDADES

Cuando decimos que el TDAH se presenta frecuentemente con otros trastornos comórbidos, hablamos de que el TDAH en muchas ocasiones no se presenta sólo, sino que aparece junto a otros trastornos psiquiátricos. Esto es así en el 70% de los casos de TDAH. 

De hecho, una persona con TDAH tiene de 6 a 7 veces más probabilidades de tener otro trastorno psiquiátrico o trastorno del aprendizaje.

Entre las comorbilidades más frecuentes destacan: trastorno negativista desafiante, trastorno de conducta, trastorno de ansiedad, trastorno del ánimo, tics, trastorno del aprendizaje, y pueden tener un impacto adicional en la calidad de vida.

Cuando el TDAH se asocia a otros trastornos, con frecuencia se complica el diagnóstico, empeora la evolución y la respuesta al tratamiento es menor.

Trastorno Negativista Desafiante 50%


Trastorno del sueño 50%


Trastorno de conducta 40%


Trastorno de ansiedad 30%



Trastorno del espectro autista 28%


Tics 11%


Trastorno de ánimo 4%
Para que se pueda plantear un posible diagnóstico de TDAH, se deben cumplir los siguientes criterios marcados por el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición):




- manifiesta estas conductas o algunas de ellas de forma desproporcionada comparada con los otros niños de su edad y respecto a su grado de desarrollo.

- está presente desde una edad temprana (antes de los 12 años).

- afecta en al menos dos ambientes distintos de la vida del niño: escolar, social y/o familiar.

- deteriora significativamente su calidad de vida.

- no es causado por un problema médico, tóxico u otro problema psiquiátrico.

DIAGNÓSTICO DEL TDAH


El TDAH es un trastorno heterogéneo y por lo tanto difícil de diagnosticar. De ahí la importancia de que se acuda a un profesional sanitario cualificado para realizar el diagnóstico (psiquiatra de niños y adolescentes o de adultos, neuropediatra, neurólogo o pediatra) que cuente con una amplia experiencia en el diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

EL DIAGNÓSTICO CLÍNICO DEL TDAH


Los profesionales médicos deben realizar una historia clínica, compuesta principalmente por: anamnesis (mediante entrevistas) y exploración física.

LA ANAMNESIS

Se trata de una entrevista clínica en la que el paciente (y en el caso de los menores, también los padres) proporcionan información sobre:

- HISTORIA PERINATAL

El embarazo, el parto, los primeros meses de vida, esta información resulta importante debido a que se han asociado complicaciones como el consumo de alcohol, tabaco o drogas durante el embarazo con el TDAH.

- PRESENCIA DE OTROS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS

Tanto en el paciente como en sus familiares. Se intenta descartar de esta forma un posible caso de TDAH u otro trastorno en los padres.

- SÍNTOMAS

Cuándo se detectaron por primera vez, cuánto duran, en qué ocasiones se producen, cómo le afectan a nivel funcional. También se evalúa si existe acuerdo sobre los síntomas entre ambos padres, la comunicación entre el niño y los padres, los factores traumáticos.

- ANTECEDENTES FAMILIARES

Se trata de un estudio relativo a los trastornos de los antecedentes familiares del paciente. Principalmente, se centra en la investigación sobre casos de trastornos psiquiátricos en general en la familia, y más concretamente en casos de TDAH. Esta parte de la entrevista clínica es importante debido a la evidencia científica demostrada de los factores genéticos en el desarrollo del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

En el caso del adulto que no ha sido diagnosticado en su infancia, resulta más complicado realizar este estudio puesto que se debe remontar a mucho tiempo atrás para evaluar su comportamiento a lo largo del tiempo, y en muchas ocasiones el paciente puede no recordarlo con claridad.

EXPLORACIONES FÍSICAS

Estas exploraciones son imprescindibles para descartar la presencia de cualquier enfermedad que pueda explicar los síntomas que presenta el paciente o que pueda contribuir a su presencia.

Por ejemplo, se debe descartar en casos de síntomas de déficit de atención, que el paciente no presente problemas de audición.

COMORBILIDADES

Debido a la alta probabilidad de padecer trastornos comórbidos asociados al TDAH, el especialista deberá evaluar si el paciente presenta síntomas de algún otro trastorno psiquiátrico y realizar las pruebas oportunas en caso de que haya sospecha de alguna comorbilidad (diagnóstico diferencial). Esto también llevará a determinar en el caso de que se presenten varios trastornos, entre los cuales se encuentre el TDAH, cuál de ellos es el trastorno principal y el que será prioritario a la hora de plantear el tratamiento.

EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Una vez realizada la historia clínica, se investiga si existen trastornos del aprendizaje y se evalúa el rendimiento académico del niño a lo largo del tiempo. Para realizar esta evaluación es fundamental la participación de los profesores o el equipo de orientación escolar. 

ESCALAS DE DIAGNÓSTICO DE TDAH

Las escalas ayudarán a identificar los síntomas nucleares y también para valorar su intensidad. Se pueden usar de forma complementaria en el diagnóstico del TDAH, pero nunca deben sustituir a la historia clínica. También pueden resultar especialmente útiles para medir la evolución del trastorno, a través de la percepción de padres y profesores respecto a los síntomas y/o el tratamiento. 

Estas escalas por lo general funcionan a través de entrevistas estructuradas y semi-estructuradas y ayudan a la hora de realizar el diagnóstico o detectar posibles comorbilidades. 

En el diagnóstico del TDAH los especialistas pueden utilizar por lo tanto varios instrumentos en función de las características, sintomatología, comorbilidades o afectación que muestre el paciente:

- Escalas específicas para el TDAH.

- Escalas de psicopatología general.

- Entrevistas estructuradas y semi-estructuradas.

- Pruebas de inteligencia y neuropsicológicas.

- Evaluación psicopedagógica.

- Exploraciones complementarias.

El diagnóstico del TDAH se debe adaptar a las condiciones de cada uno de los pacientes que se evalúa. Es decir, que en cada caso ha de valorarse las pruebas que han de llevarse a cabo para conseguir realizar un diagnóstico apropiado. Algunos de los métodos que hemos mencionado, son fundamentales, como la historia clínica, y otros son facultativos, en función de las necesidades de cada caso. Este es el principio de un tratamiento individualizado.

SÍNTOMAS NUCLEARES DEL TDAH

HIPERACTIVIDAD

Es probablemente uno de los síntomas más fáciles de reconocer, por su evidencia y por ser el más conocido por el público en general.

La persona que padece hiperactividad se caracteriza por qué:


- Se mueve en momentos en los que no resulta adecuado

- le cuesta permanecer quieto cuando es necesario

- habla en exceso

- hace ruidos constantemente, incluso en actividades tranquilas

- tiene dificultad para relajarse

- cambia de actividad sin finalizar ninguna

- tiene falta de constancia




La hiperactividad puede manifestarse de forma distinta en las diferentes etapas de la vida, aunque la descripción de los síntomas sí que permanece igual para niños y adultos. 

En el Proyecto PANDAH se realizó una encuesta poblacional en la que se detectó que en la sociedad en general ha surgido la tendencia a trivializar el trastorno, utilizándose de forma superficial el término “hiperactivo” para personas o estados puntuales (“Este niño es hiperactivo”, para describir que no para quieto). 

DÉFICIT DE ATENCIÓN

Los síntomas de falta de atención son probablemente los más difíciles de percibir en edades infantiles. Sin embargo, es posible que sea uno de los principales motivos de consulta entre los adultos con TDAH. 

La persona que padece déficit de atención se caracteriza por qué: 

- tiene dificultad para mantener la atención durante un tiempo prolongado 

- no presta atención a los detalles 

- presenta dificultades para finalizar tareas 

- le cuesta escuchar, seguir órdenes e instrucciones 

- es desorganizado en sus tareas y actividades 

- suele perder u olvidar objetos 

- se distrae con facilidad 

- no concluye lo que empieza 

- evita las actividades que requieren un nivel de atención sostenido 

- cambia frecuentemente de conversación 

- presenta dificultades para seguir las normas o detalles de los juegos 

El déficit de atención suele aparecer generalmente cuando se inicia la etapa escolar, debido a que se requiere una actividad cognitiva más compleja. Por lo general, persiste de forma significativa durante la adolescencia y la edad adulta. 

IMPULSIVIDAD

La impulsividad es probablemente el síntoma menos frecuente de los tres síntomas nucleares del TDAH. 

La persona que padece impulsividad se caracteriza por qué: 

- es impaciente 

- tiene problemas para esperar su turno 

- no piensa antes de actuar 

- interrumpe constantemente a los demás 

- tiene respuestas prepotentes: espontáneas y dominantes 

- tiende a “toquetearlo” todo 

- suele tener conflictos con los adultos 

La impulsividad se refiere fundamentalmente a la dificultad para pensar las cosas antes de actuar. 

Esto supone un gran problema, ya que el paciente puede ponerse en peligro y vivir situaciones conflictivas principalmente en la edad adulta. 

MANEJAR EL TDAH EN CLASE 


Los alumnos con TDAH suelen presentar un rendimiento escolar inferior al que se espera por su capacidad. Además, entre los afectados por este trastorno, es frecuente encontrar dificultades en el aprendizaje de las áreas instrumentales: lenguaje y matemáticas. Suelen mostrar un déficit en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, lo que puede dificultar la relación con sus compañeros.

A continuación proponemos una serie de pautas como respuesta educativa enfocada a adecuar el contexto académico a las necesidades de los alumnos y a sus diferencias en la forma de aprender a través de medidas organizativas y metodológicas que el profesor pueda poner en práctica en la clase. 

Es importante, además, mantener una comunicación frecuente y fluida con la familia de los alumnos con TDAH, para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y coherente, que resulte eficaz.



UN AMBIENTE ESTRUCTURADO

Los alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la lección está cuidadosamente estructurada debido a la dificultad que tienen para organizar antes de actuar. En muchas ocasiones pueden no recibir las instrucciones completas aunque lo parezca, por lo que te recomendamos poner en práctica lo siguiente:

- Adelanta la organización: Prepara a los alumnos para las lecciones y actividades que se van a llevar a cabo, explicando el orden en el que se va a desarrollar cada elemento a lo largo del día.

- Revisa lecciones anteriores: Revisa los contenidos de la lección que se vieron por última vez, haciendo hincapié en los temas que más dificultades causaron y respondiendo de nuevo a algunas de las preguntas que surgieron durante esa clase.

- Proporciona materiales de apoyo: Esto es realmente útil para apoyarles a la hora de realizar deberes y también para que puedan profundizar en lo que se ha estudiado.

- Simplifica las instrucciones: Cuanto más sencillas y cortas sean las instrucciones y las tareas que se le den a los niños con TDAH más probabilidades hay de que completen lo que se les ha pedido y hagan una gestión efectiva del tiempo.

- Avisar sobre las novedades: Si hay cualquier cambio en el horario de clases o alguna variación en la rutina debes resaltarlo varias veces y asegurarte de que se han enterado.

- Horarios visibles: Habilitar en el aula un espacio para colocar el horario semanal y permitir que lo consulten siempre que sea necesario.

- Listado de errores frecuentes: Entrégale al alumno con TDAH un folio donde por asignatura anotes los errores que suele cometer, para que a la hora de hacer deberes, por ejemplo, pueda revisarlos y no los cometa de nuevo.

- Listado de materiales para hacer los deberes: Esto le ayudará a organizarse y le facilitará el poder revisar que tiene las cosas necesarias para realizar todas las tareas.

- Cuadernos de colores: Organiza con el alumno con TDAH el material de cada asignatura a principio de curso. Establece un cuaderno para cada asignatura o una pegatina de color en cada cuaderno, que le ayude a organizarse mejor.

- Fechas de entrega y exámenes: Es muy útil reservar siempre un mismo espacio en la pizarra para anotar las fechas de entrega de tareas o de exámenes, dando tiempo para que ellos lo anoten también.

UN AMBIENTE PREDECIBLE

Es importante tener en cuenta que para un estudiante con TDAH el cambio de una asignatura, tarea o clase a otra resulta especialmente complicado, por lo que cuanto más predecible sea lo siguiente, más facilidad tendrá para adaptarse.

- Se predecible: La estructura y estabilidad son elementos muy importantes para los niños con TDAH, muchos de ellos no se adaptan bien al cambio. Por ello puedes explicar las cosas de forma muy segmentada, con pasos muy concretos, que dejen muy claro lo que se espera de ellos y las consecuencias por no realizarlo.

- Establece expectativas de aprendizaje: Explícale a los alumnos qué es lo que se espera que aprendan durante la clase. De esta forma estableces unas metas alcanzables y medibles desde un principio.

- Establece expectativas de comportamiento: Deja claro cómo deben comportarse los estudiantes mientras desarrollan las actividades o se les explica la lección.

- Indica los materiales necesarios: Es mejor que identifiques los materiales que son necesarios (por muy evidentes que puedan parecer) a que ellos tengan que ir descubriendo o deducir qué es lo que necesitan.

- Destaca los puntos clave: Cuando entregues tareas a los niños subraya o resalta las palabras más relevantes para facilitar que los niños con TDAH no pierdan el foco sobre lo que hay que hacer. Si estáis leyendo un enunciado en la clase, puedes hacer un ejercicio para identificar los elementos más importantes de la tarea. 

- Avisos: Puede resultar muy útil que avises a los alumnos de que una lección está a punto de acabar. Puedes avisar con 5-10 minutos de antelación el tiempo que queda antes del cambio, para que se vayan preparando. También puedes avisar al principio de la clase el tiempo que se va a empeñar en cada lección.

UN AMBIENTE ADECUADO PARA EL APRENDIZAJE

- Siéntelo en primera fila: Al estar más cerca de la pizarra y del profesor se distraerá menos y le será más fácil mantener la atención. Evita apartarle o aislarle en un rincón de la clase porque puede afectar negativamente a su autoestima y puede favorecer conflictos con sus compañeros.

- Evita ponerle en evidencia: Procura no hacer diferencias entre estudiantes con TDAH y sin él, puesto que esto podría causar rechazo por parte de los compañeros. Por supuesto, evita siempre usar el sarcasmo o la crítica.

- Utiliza materiales audiovisuales: El empleo de medios diferentes (vídeo, proyector, audio…) facilita que los alumnos en general, y especialmente los que tienen TDAH presten más atención. Puedes combinarlo con trabajos en grupo para incentivar el compañerismo.

- Control de la agenda: Este control debes realizarlo a diario, para asegurarte de que han apuntado todas las tareas, y también que han metido en su mochila todos los materiales necesarios para realizarlas. En el caso de adolescentes, hay que realizar este control de una forma más sutil, para no dañar su autoestima.

- Comprueba el rendimiento: Debes estar pendiente del comportamiento de los alumnos para detectar posibles muestras de frustración. Proporciona más explicaciones a estos alumnos para que comprendan el contenido de la lección y sean capaces de realizar las tareas y resolver los problemas.

- Facilita que corrijan sus propios errores: Explica en cada tarea cómo identificar y corregir los errores, y proporciona un tiempo razonable para que puedan revisar su trabajo. Recuérdale elementos especialmente complicados o excepciones que deben tener en cuenta.

- No limites el tiempo de los exámenes: Los exámenes con tiempo limitado pueden perjudicar notablemente a los niños con TDAH, debido a la presión del examen y del tiempo, es posible que no lo puedan completar satisfactoriamente. Puede ser de gran ayuda que permitas que los niños con TDAH dispongan de más tiempo o puedes facilitar para ellos otro formato de evaluación, a través del cual les resulte más sencillo demostrar su conocimiento.

- Ordenar el pupitre: Reserva 5 minutos al día para que los alumnos organicen sus pupitres y mochilas, para que tengan los materiales necesarios a mano, y sea más fácil pasar de una asignatura a otra, evitando distracciones.

¿Qué tipos de niños con TDAH podemos encontrar en el aula?

Cuando nos referimos a alumnos que podemos encontrar en el aula, debemos especificar que nos referimos a qué puede hacer sospechar a un profesor y por lo tanto, detectar a un alumno con TDAH.

Los síntomas que se presenten, deben aparecer en dos o más ambientes (casa y colegio), para sospechar de la evidencia de un TDAH, pero va a ser en el aula donde el alumno va a experimentar sus mayores dificultades. Además, los síntomas deben interferir en el funcionamiento de la vida del niño por un periodo continuado de al menos seis meses. También, los síntomas deben ser más intensos de lo normal en comparación con su grupo de referencia y se han de haber presentado desde edades tempranas, generalmente antes de los 7 años.

Dentro de un diagnóstico de TDAH, podemos encontrar diferentes subtipos del trastorno, entre los que encontramos: 
SUBTIPO CON PREDOMINIO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN: 


Son niños que presentan una conducta predominantemente caracterizada por la inatención.

Nos referimos a aquellos alumnos que muestran déficit de atención, pero que nunca han mostrado hiperactividad ni impulsividad. Es más, son niños que se caracterizan por su lentitud e hipo actividad. 

También abarca a los niños que muestran déficit de atención significativo y rasgos de hiperactividad e impulsividad leves. Indicamos que son leves, bien porque nunca han presentado éstos síntomas de forma acusada o bien porque esta sintomatología ha remitido con la maduración del niño, como suele suceder en muchos adolescentes. 
SUBTIPO HIPERACTIVO-IMPULSIVO: 

Son niños con una conducta predominantemente hiperactiva e impulsiva.

Habitualmente, nunca han mostrado déficit de atención o que pudiendo tener déficit de atención, pasan desapercibidos porque compensan las dificultades que podrían acarrear su déficit de atención con su capacidad intelectual.

También son niños que se encuentran en los primeros cursos escolares y su déficit de atención no resulta significativo para la exigencia escolar del momento como sucede con frecuencia en educación infantil o primer ciclo de primaria.

Son alumnos que realizan un gran esfuerzo para adaptarse al entorno, ya que temen el fracaso, pero luchan para no defraudar a los que les rodean. 
SUBTIPO COMBINADO: 

Son niños que presentan síntomas de los dos grupos anteriores, por lo que estaremos hablando de niños con déficit de atención e hiperactividad e impulsividad.

Una de las dificultades del TDAH es que con una frecuencia muy elevada se presenta comórbido con otros trastornos. Por lo tanto es fácil que algunos niños cursen junto con el TDAH, alguno de estos trastornos: trastorno negativista desafiante, conductas agresivas, dificultades de aprendizaje, trastornos del estado de ánimo, etc.

4- ¿CUÁLES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE TDAH?


LOS 3 TIPOS DE TDA-H

El TDAH no se manifiesta de la misma manera en todos los chicos. De hecho, un niño podría “presentar” su TDAH de tres maneras diferentes. Algunas personas piensan que se trata de subcategorías o tipos de TDAH.

El tipo de TDAH con el que un niño sea diagnosticado depende de los síntomas que presente, los síntomas del TDAH se clasifican en dos categorías, una es la falta de atención y la otra es la hiperactividad-impulsividad. No obstante, los síntomas pueden cambiar a medida que los niños crecen, y por lo tanto también puede cambiar el tipo de TDAH que presenten.

1. TDAH, PRESENTACIÓN PREDOMINANTE HIPERACTIVA-IMPULSIVA

Los chicos que tienen este tipo de TDAH presentan síntomas de hiperactividad y sienten la necesidad de moverse constantemente. También tienen dificultad para controlar los impulsos. Por lo general no tienen mayor problema con la falta de atención. Esta presentación se ve más a menudo en niños muy pequeños.

Suele ser más sencillo identificar las señales de este tipo de TDAH. Los chicos que lo tienen podrían tener dificultad para permanecer sentados en clase y para controlar su comportamiento.

2. TDAH, PRESENTACIÓN PREDOMINANTE CON FALTA DE ATENCIÓN

Los chicos que tienen este tipo de TDAH tienen dificultad para poner atención. Se distraen con facilidad pero no tienen mayor problema con la impulsividad o la hiperactividad. A veces se denomina de manera no oficial como trastorno por déficit de atención (TDA).

Los chicos con este tipo de TDAH pueden “pasar inadvertidos” porque no molestan en clase. De hecho, es posible que parezcan tímidos o que “sueñan despiertos”. Aunque puede que no tengan problemas de conducta importantes, su inatención puede provocarles muchas otras dificultades.

3. TDAH, PRESENTACIÓN COMBINADA

Los chicos que tienen este tipo de TDAH muestran problemas significativos, tanto de hiperactividad/impulsividad como de falta de atención. Sin embargo, puede que al irse acercando a la adolescencia disminuyan gradualmente sus problemas de hiperactividad/impulsividad.



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